Libertad del campo visual:
El bozal no debe restringir el campo visual del perro. No debe estar colocado demasiado alto, de manera que bloquee o moleste los ojos. (Si el bozal no se apoya en el puente de la nariz y, por lo tanto, está en el campo visual, se puede colocar en la posición correcta con una correa bajo la garganta).
Libertad de la nariz:
El bozal no debe apoyarse en la nariz ni aplastarla. Debe haber suficiente espacio disponible. (Si es necesario, se puede modificar la correa de la nariz).
Presión en las mejillas:
El bozal no debe ser tan ajustado que presione las mejillas. Un ajuste demasiado apretado puede causar dolor e incomodidad. (El bozal se puede doblar aquí, pero ¡ATENCIÓN! Los bozales doblados están excluidos de la devolución).
Libertad del cuello:
El soporte del cuello no debe presionar la garganta o el cuello. Esto es especialmente importante para no afectar la respiración y el bienestar general del perro. (En algunos modelos podemos eliminar el soporte del cuello).
Permitir el jadeo:
El bozal debe proporcionar suficiente espacio para que el perro pueda abrir la boca y jadear. Esto es especialmente importante para asegurar una refrigeración adecuada mediante el jadeo, sobre todo en días calurosos.
Ajuste seguro:
El bozal debe quedar lo suficientemente ajustado para que no se deslice o se pueda quitar fácilmente, pero no tan apretado que limite o irrite al perro.